BOLETÍN 39
La magdalena y sus diferentes sabores
De origen europeo, la magdalena es una delicia para disfrutar con una taza de café, leche o chocolate. Además, su receta básica permite innovar con diferentes sabores para quedar bien con todos.
La harina ideal para preparar una magdalena es la de trigo suave. Sin embargo, para garantizar un mejor resultado, evitar grumos y lograr una textura tersa, lo mejor es hacer uso de una premezcla de magdalena clásica como la que te ofrecemos en Molinos Modernos. Con ello, ya solo debes agregar huevo, agua y aceite, seguir las instrucciones de fácil preparación y hornear de unos 30 a 35 minutos.
Para que tu preparación sea todo un éxito también debes tener en cuenta estos consejos:
- Asegúrate de usar ingredientes de calidad y en buen estado.
- Los huevos y el agua deben estar a temperatura ambiente. Si los tienes en el refrigerador, retíralos unos 10 a 15 minutos antes de la preparación.
- Precalienta el horno a unos 230 °C o 446 °F.
- Al colocar la mezcla en el molde, llena únicamente las tres cuartas partes del mismo, de manera que la magdalena tenga espacio para crecer.
- Coloca la mezcla en el refrigerador unos 10 minutos antes de hornear para que el contraste de temperaturas favorezca el crecimiento del bizcocho.
- Posiciona el molde en el centro del horno para garantizar un mejor horneado y que reciba el calor de manera uniforme.
- Evita abrir varias veces el horno para no alterar la temperatura e interrumpir el tiempo de cocción y crecimiento.
- Para asegurarte de que tu magdalena esté lista, usa un palillo e introdúcelo cuando haya transcurrido el tiempo.
- Retira del horno, deja reposar y enfriar antes de servir o decorar.
Elige tu sabor favorito
A la receta básica de magdalena puedes agregarle ingredientes para variar su sabor. Estas opciones son algunas de las que pueden estar entre tus favoritas:
Limón: agrega a la mezcla la ralladura de un limón o reduce la cantidad para un sabor menos intenso.
Canela: incluye canela en polvo en la mezcla, la cantidad es al gusto.
Vainilla: agrega esencia de vainilla, pero ten en cuenta que al estar concentrado el sabor no es recomendable excederte de cinco cucharaditas.
Chocolate: puedes agregar cocoa, chispas de chocolate o ambas para un contraste crujiente.
Manzana: agrega trozos de esta fruta de forma directa a la mezcla, o bien en puré, y logra un sabor clásico alemán.
Zanahoria: ralla unas dos zanahorias grades y agrega a la mezcla.