Los tamales navideños de maíz

El tamal es un platillo propio de Latinoamérica siendo los de maíz los más preparados y consumidos, al punto de convertirse en el alimento principal de muchas familias en Navidad.

El tamal representa una herencia de las culturas prehispánicas, pues se conoce que este platillo ya se preparaba en las diferentes regiones de Mesoamérica. Su elaboración se fue adaptando a las diferentes culturas de la época precolombina, por lo que existen miles de recetas de tamales, destacando los de maíz.

En nuestra región, la masa del tamal se prepara con harina de maíz nixtamalizada, es decir maíz cocido cuya cáscara se desprende en el proceso, posteriormente se seca y tamiza. Se encuentra tanto en maíz amarillo como blanco.

A la harina de maíz se le agrega básicamente agua, grasa o manteca de cerdo, caldo de pollo o res y sal. Todos estos ingredientes se mezclan a fuego hasta adquirir una consistencia suave pero firme. Esta es la base para un recado preparado con carne, tomate, otros ingredientes y condimentos propios de la cultura.

En algunos países como Guatemala, esta preparación también tiene su versión dulce, reservada especialmente para la Nochebuena con el nombre de tamales negros. Los tamales de maíz dulces son preparados con la misma harina de maíz, a la cual se agrega azúcar, y el recado incluye ingredientes como chocolate.

• Al preparar la masa debes mezclar continuamente los ingredientes a fuego lento. El movimiento debe ser constante para evitar que la masa se pegue en el fondo de la olla o cacerola.
• Si observas que la masa empieza a ponerse seca, puedes agregar un poco más de caldo de pollo o res y mover de inmediato para que adquiera consistencia que deseas.
• Para conocer que la masa de los tamales está en su punto, es necesario echar una pequeña porción en agua y que la misma flote.
• Para que la masa no salga dura es clave una buena formulación de la receta.

Aunque en la actualidad se han integrado otros platillos de la cocina internacional en la cena del 24 de diciembre, los tamales de maíz siguen siendo la tradición de muchas familias en países de nuestra región.

El tamal se sirve con la hoja de plátano y es un deleite saborear de a poco la masa revuelta con el recado hasta llegar al trozo de carne que puede ser de ave, res o cerdo.